Con el honor de ser la primera ciudad del continente Americano,
Cumaná se ondea en la desembocadura del río manzanares. Orgullosa de ser de la
cuna de Antonio José de Sucre y de contar su historia, en la
actualidad muestra complacida una de las mejores mesas de Venezuela,
variedad de sabores que halagan el paladar puede disfrutar el turista en una
visita a la capital del Estado Sucre.
Pegadita al mar, así se
encuentra Cumaná. Y es una de esas ciudades con tradición y cultura que bien
vale la pena detenerse para realizar un recorrido. Si es de aquellos que se
complace con descubrir pedazos de la historia, bastará con una caminata por su centro
para descubrir una ciudad llena de pasado. Pero si es de los que les encanta la
buena comida, lo más recomendado en esta tierra es hacer un tour por el sabor,
en esta zona del país son especialistas en los frutos del mar y otras
delicadeces. Aquí hay algo para cada gusto. Anoten:
El Mercado: Laberinto de sabores
A las seis de la mañana
se escucha la bulla, los sonidos que se confunden, entre el que ofrece
verduras, aquel que descarga las frutas, la música que viaja de puesto en
puesto y los olores mezclados en un sin fin de kioscos con la más variada
oferta para preparar sus platos. Recorriendo el espiral que representa el
Mercado Municipal de Cumaná se llega a su parte trasera. Imposible dejar de
llevarse las arañitas (tiras de dulce de lechosa), la jalea de mango o el dulce
de hicacos, más allá, la venta de casabe; y cruzando a la derecha el paraíso de
los pasteles, empanadas y arepas. Las hay rellenas de chicharrón, de carne, de
pollo, un pecado que se puede permitirse por lo menos en este viaje.
El Indio: Bueno, Bonito y…
Este espacio queda en la
entrada de Cumaná. Se trata de una suerte de restaurantes nada atractivos a la
vista, pero con todo el sabor de los platos que ofrecen. Ventiladores
bajo el techo de zinc apaciguan el calor. Mesas adornadas con manteles
plásticos, sobre ellas, flores para decorar el ambiente. El menú camina
por todo el sitio. Mujeres y hombres anuncian cual es el especial del
día a viva voz: pastel de chucho, calamares rebozados. Todo acompañado
con papas, tajadas o arroz. Suena coloquial, y lo es. Pero sabe como el primer
bocado que cuando infante el ser humano se mete a la boca: plácido, caliente, y
como si estuviera hecho por las manos del ser que nos dio la vida.
Para volver a la vida: Coctelitos
Para volver a la vida: Coctelitos
Si además de buen sabor
necesita una ayudita afrodisíaca acuda al final de la Avenida Perimetral. Allí
la esperan Lesbia, Pedro y su combo. Un grupo de cumaneses que se han dedicado
a crear “bombas” que levantan hasta al más dormido. Una combinación de
calamares, camarones, pulpo, ostras y lo que ellos llaman “arrechones”, se
mezclan y se colocan en vasitos. A estos le colocan salsa inglesa, salsa de
tomate, picante y un toque secreto que guardan en una botella de vidrio llena
de toda clase de ramas. Ellos dicen que con un poquito de ese jugo “se rompe
cualquier licra”. Aquí los vendedores son dicharacheros, alegres y hasta
cantan. Los turistas se paran, quien sabe si por su fama, su sabor o por lo que
presuntamente logra esta comida.
La Negra: Tres generaciones de buena sazón
Justo en frente de los
Coctelitos, en el sector de Caigüire, permanece en pie el restaurante más
antiguo de la ciudad. La Negra desde hace más de cien años se ha convertido en
punto de encuentro de quienes visitan esta zona del oriente del país. Buenos
platos del mar y la tierra son sólo el abreboca. La historia de trabajo de
estas mujeres- abuela, madre e hija- se ha convertido en el verdadero
atractivo del local, pues asegura María Antonieta, la última de las
Negras, que siempre hay quien busque una sopita caliente y allí la va a
conseguir. En la actualidad no es una mujer la que atiende el negocio sino un
ahijado, que tomó el bastión en sus manos y lucha por mantener en pie el legado
de una familia.
http://www.eluniversal.com/noticias/guia-turistica/cumana-sus-sabores_637183
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