A propósito de las
recientes acusaciones realizadas por el Departamento del Tesoro de Estados
Unidos en donde se vincula al vicepresidente de la República, Tarek El
Aissami, con supuestos nexos con el narcotráfico y el terrorismo,resulta
necesario mencionar las constantes agresiones a las que Venezuela ha sido
sometida por parte de esta nación norteamericana.
Ante esto, incontables
personajes han alzado sus voces al respecto. Y en efecto, una de ellas es Laila
Tajeldine, quien a continuación expresa en su artículo las “Infames y
descaradas sanciones de EEUU contra Venezuela”:
Cuba, Irán, la devastada Irak, Bielorrusia, Siria, Libia,
Líbano, Rusia, entre otras naciones, forman parte de la larga lista de países
sancionados por Estados Unidos(EEUU), por el único delito de no responder a las
directrices políticas de los grandes lobbys económicos que pretenden la
hegemonía mundial.
Las sanciones son en sí medidas económicas, algunas veces
con desembocadura militar, que ejerce un país para presionar a otro en una
negociación o para el cumplimiento de una obligación; dicese para el Imperio,
la sanción es el acto mediante el cual Estados Unidos presiona a Venezuela para
obligarla a desistir del camino de la independencia económica y política que se
ha marcado. Tal política hostil no tiene fundamento legal internacional, de
hecho, toda medida unilateral coercitiva con efecto extraterritorial y con
clara intención de ejercer presión política y económica, se constituyen en un
delito condenado por las Naciones Unidas.
Las agresiones de Estados Unidos contra Venezuela viene
ejerciéndose desde el mismo inicio de la Revolución Bolivariana, cuando ésta
apenas mostraba su carácter soberano y de rescate a sus recursos en función del
desarrollo. Entre las tantas agresiones de la Nación estadounidense se
encuentra la reciente Orden Ejecutiva 13.962, de fecha 8 de marzo de 2015, que
declara a Venezuela una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad de
EEUU. El hecho es que la declaratoria se hace tangible a través de sanciones
contra funcionarios venezolanos e instituciones públicas del país; nada más
descarado para justificar medidas contra la economía venezolana, golpear al
pueblo e impedir la consecución plena del desarrollo económico y social de
nuestra Nación.
Los señalamientos realizados por el Gobierno de Estados
Unidos contra el Vicepresidente Tareck El Aisami, sobre supuestos vínculos con
el terrorismo y el narcotrafico, no tienen fundamento alguno, y menos cuentan
con un rigor investigativo serio y sustentable; al contrario, posee una gran
falta de fundamentos y argumentos que demuestran claramente el intento de
desacreditar a un líder de la Revolución y justificar futuras agresiones contra
los intereses de la Nación.
Oportuno resulta recordar el verdadero rostro de la
Nación que emite irracionales señalamientos contra Venezuela, Estados Unidos.
Es esa Nación la que hoy se sustenta del negocio del narcotrafico (Véase: EEUU,
el Imperio del Narcotrafico http://www.rebelion.org/noticia.php?id=206903 ),
controlando los mercados de producción de Cocaína (Colombia), Heroína
(Afganistán) y Marihuana (Estados Unidos). Así mismo, es el país que sobre la
base de la lucha contra el terrorismo justifica su expansión militar industrial
y paralelamente interviene en la captación, formación, despliegue y
financiamiento de grupos terroristas para accionar contra naciones que ellos
consideran enemigas (Véase informe de la “Agencia de Inteligencia de Defensa de
EEUU” 2015 sobre el terrorismo y las confesión al respecto contenidas en el
libro de Hillary Clinton “Decisiones Difíciles”).
Afirmar que las medidas sancionadoras emitidas por
Estados Unidos van dirigidas estrictamente contra funcionarios venezolanos es
una falsedad que esconden en el fondo la verdadera agresión que se pretende
dirigir, que es contra la población venezolana, tal como ha sucedido en Siria,
Libia, Rusia, Bielorrusia, entre otras naciones. Hoy en día las sanciones
contra Venezuela son parte de los tantos medios de coacción que ejerce EEUU
contra nuestro sistema político y que pretende el derrocamiento del gobierno.
Por lo tanto, es necesaria una cohesión y respuesta contundente de los sectores
patriotas dentro de la Nación, así como la activación de los aliados internacionales
que rechacen la nueva agresión imperial.
0 comentarios:
Publicar un comentario